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javierantoniogp

LOS ESTILOS PEDAGÓGICOS DE LOS PROFESORES UNIVERSITARIOS: LA REFLEXIÓN SOBRE CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS EN LA FORMACIÓN DEL PROFESOR

No nací marcado para ser un profesor así. Me fui haciendo de esta manera en el cuerpo de las tramas, en la reflexión sobre la acción, en la observación atenta de otras prácticas o de la práctica de otros sujetos, en la lectura persistente y crítica de textos teóricos, no importa si estaba o no de acuerdo con ellos. Es imposible practicar el estar siendo de ese modo sin una apertura a los diferentes y a las diferencias, con quienes y con los cuales siempre es probable que aprendamos. Paulo Freire

 

La formación de los profesores basada en la reflexión sobre concepciones y prácticas como propuestas comunicativas y ético pedagógicas, se plantea como una opción que reconoce los estilos pedagógicos y concibe al docente como un sujeto activo, participativo, consciente de sus conocimientos y experiencias y de los obstáculos que pueden presentarle, razón por la cual deben hacerse explícitas y confrontarse. La teoría aporta nuevos elementos a la reflexión sobre la experiencia, lo cual permite hacer nuevas interpretaciones de las situaciones y problemas de la práctica.

Entendemos por estilo pedagógico la manera propia y particular como el docente asume la mediación pedagógica para contribuir al desarrollo intelectual, ético, moral, afectivo y estético de sus estudiantes. Es una forma característica de pensar el proceso educativo y de realizar la práctica al poner en juego conocimientos, procedimientos, actitudes, sentimientos y valores.

 

Desde su estilo pedagógico, el docente responde a su compromiso, orienta su labor e interrelaciona las experiencias educativas, personales y sociales propias con las de los estudiantes, dentro de un contexto específico. Por esta razón, es posible hablar de variedad de estilos pedagógicos, ya que cada uno lo construye y lo expresa de manera diferente al de sus pares. «Pensamos que existen muchos modelos, estilos docentes que pueden ser perfectamente válidos aunque difieran entre sí. El problema estriba en hallar el estilo más adecuado según la propia personalidad, el contexto de clase, los objetivos que se persigan.» (GROS,B. y ROMAÑA, 1995, p.51)

 

La particularidad de los profesores universitarios, quienes dominan un campo de saber específico y deben construir el saber pedagógico que fundamente su acción docente, da sentido a la experiencia de analizar e investigar los estilos pedagógicos, entendidos como el saber (concepciones), el saber hacer (prácticas), el saber comunicar (comunicación didáctica) y el saber ser (práctica ética).

 

EL SABER hace referencia al dominio de la disciplina que enseña y al desarrollo de las capacidades para investigar y para construir conocimiento en el campo específico en el que realiza la labor docente. El estilo forma parte del contenido que es compartido con los estudiantes tanto como los hechos, teorías, argumentaciones e ideas del tema que se enseña.

 

Para Porlán (1993), el profesor, en el complejo sistema educativo, utiliza concepciones implícitas que orientan en primera instancia su acción en el aula, durante la cual pueden realizarse procesos reflexivos inmediatos frente a una problemática particular y que pueden llevarlo a modificar su práctica. Posteriormente, el profesor puede tomar conciencia explícita de los estilos y modelos desde los cuales está actuando y contrastarlos con teorías y conceptos formalizados. Estos procesos de reflexión en la acción y sobre la acción se complementan y favorecen que el profesor se convierta en un mediador activo, que desde la práctica reconstruye críticamente su propia teoría y participa en el desarrollo significativo del conocimiento y la práctica profesional.

 

La investigación sobre los procesos de pensamiento de los profesores descansa en dos presupuestos esenciales, los cuales son un aporte a la comprensión del saber en los estilos pedagógicos:

 

·        Los profesores se comportan razonablemente al hacer juicios y tomar decisiones en un entorno complejo e incierto. La capacidad de la mente humana para formular y resolver problemas complejos, como los de la enseñanza no ha sido del todo aprovechada , por lo cual, los profesores construyen modelos simplificados de esa realidad y actúan de acuerdo con ellos.

·        El comportamiento de un profesor se guía por sus pensamientos, juicios y decisiones. Por ello el problema de la relación entre pensamiento y acción, es crucial y problemático, pues para comprender la enseñanza es necesario comprender cómo se pasa del pensamiento a la acción.

 

EL SABER HACER significa la capacidad para utilizar el saber en contextos específicos, para interactuar con la realidad en la que vive, para interpretarla, descubrirla, posibilitar su consolidación y transformación.

 

En este sentido es necesario,

 

“pensar en la práctica como algo construido. Aunque quizá estemos acostumbrados a pensar en la práctica como una mera actividad, puede demostrarse que el sentido y la significación de la práctica educativa se construye en los planos social, histórico y político, y que sólo puede entenderse de forma interpretativa y crítica. Desde este punto de vista, la práctica no es un mero hacer. No se trata de una especie de acción técnica, instrumental, tiene unos sentidos y unas significaciones que no pueden comprenderse solo mediante la observación de nuestras acciones.”(WEBER, 1964 cit. Por CARR, 1996, p. 23)

 

EL SABER COMUNICAR tiene que ver con la interacción en los procesos de enseñanza y aprendizaje en el que sus actores se reconocen como interlocutores válidos y se apoyan en los acuerdos, en el intercambio de significados y experiencias y en su participación crítica y activa en contextos comunicativos.

 

Ver la enseñanza como una realidad socio-comunicativa, implica entonces, plantear una práctica educativa apoyada en procesos comunicativos y generadora de acciones transformadoras para la formación de los estudiantes. Es decir, implica un estilo configurador de espacios de diálogo, reciprocidad y clarificación permanente para comprender las disciplinas que constituyen la profesionalización. La práctica interactiva de la enseñanza universitaria requiere espacios muy cercanos a los estudiantes, a su cultura y necesidades, promoviendo nuevas expectativas que amplíen el sentido del saber universitario.

 

EL SABER SER se relaciona con la responsabilidad del docente de contribuir a la formación integral del estudiante.

 

Por consiguiente, el estilo pedagógico

 

da cuenta de una manera de vincularse con los alumnos... entendiendo que pensar en la enseñanza es pensar en la comprensión de los alumnos y donde la práctica moral, en tanto ética de la misma práctica se construye en una relación que expresa como cualquier otra los vínculos solidarios, respetuosos de las diferencias y de los contextos en que las prácticas se inscriben.” (BAQUERO y otros, 1998, p. 158).

 

La comprensión de los estilos permite a los profesores entender las opciones que toman y los resultados que obtienen, las relaciones con la institución y con las personas. Vale la pena entonces preguntarse: ¿Las resistencias al cambio de algunos profesores tienen relación con sus estilos pedagógicos? ¿Qué estilos son dominantes en ellos?

 

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